La cuestión del aprendizaje es una realidad cuestionada frecuentemente por el docente; a propósito de los contenidos de los programas de estudio, el maestro desea tener suficientes evidencias sobre el aprendizaje logrado por los estudiantes; sin embargo, la primera respuestas es que parece difícil responder a la pregunta: ¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera? Responder esta pregunta Implica revisar diferentes marcos de referencia teóricos y disciplinas especializadas, sobre todo con la reforma integral en bachillerato y el desarrollo de competencias. Hacer un seguimiento del proceso de aprendizaje se hace necesario para mirar de cerca lo que va logrando el estudiante; además el aprendizaje por competencias incorpora nuevos elementos que hacen del aprendizaje algo mucho más complicado de medir.
El texto leído refiere que en general se acepta como significado de aprendizaje aquellos nuevos contenidos que el estudiante incorpora a su acervo personal. Así en el mundo cotidiano se entiende como aprendizaje la incorporación por parte del sujeto de conocimientos que le permiten comprender mejor su realidad. El joven de bachillerato llega a la escuela y en tres años ha incorporado nuevos conocimientos a su persona, pienso que sabe más, interpreta y explica de mejor manera su entorno; mediante el aprendizaje accede al conocimiento científico de la realidad para abandonar las explicaciones comunes.
Sin embargo, según el punto de vista de los especialistas, las definiciones del párrafo anterior, “deja fuera la dinámica propia del ser humano en tanto proceso de autoconstrucción de sí mismo”; para lograrlo se requiere en el mejor de los casos la asimilación del conocimiento por parte del estudiante. Asimilación que requiere la participación activa del estudiante y no solo de la mediación del docente, los contenidos y las estrategias didácticas. Cita del autor del texto: “Considerar los conocimientos como una realidad construida por el propio sujeto en el proceso mismo de aprenderla, exige, al común de los profesores universitarios, comprender unos niveles de complejidad cognitiva que ya no fácilmente entran en su dominio conceptual”.
Muchas veces el maestro únicamente revisa los contenidos que se van a enseñar y las estrategias didácticas para mediar en el aprendizaje y muchas veces lo que se logra es reproducir algunos contenidos en los términos en que el maestro parece haberlos mediado. Lo demás en cuanto a la modificación de estructuras y personal parece campo de estudio de disciplinas más especializadas. Una pregunta que hago propia y que se hace el autor del texto es la siguiente: ¿En qué examen final, de prácticamente cualquier materia universitaria, se analizan y reflexionan los cambios estructurales y personales ocurridos en los estudiantes en tanto seres humanos por encima de los contenidos programáticos? Pienso que prácticamente ninguna. Únicamente se evalúan conocimientos a lo mucho con algunos escenarios que demuestren la capacidad de razonamiento crítico y lectura del estudiante. Actualmente los evaluaciones de enlace evalúan habilidad lectora y habilidad matemática.
En atención a las consideraciones anteriores nos volvemos a preguntar si verdaderamente ¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera? Seguro que las preguntas no miden el aprendizaje, sin embargo plantean algunos escenarios en donde el estudiante puede demostrar conocimientos y habilidades adquiridos en un curso.
Sabemos que al aprender el estudiante se transforma. Sin embargo me parece que todavía no tenemos suficientes elementos para evaluar la transformación de la identidad personal y la transformación del estudiante. Solamente mediante el aprendizaje se pueden explicar la evolución y civilización de la humanidad.
Es evidente en el proceso de aprendizaje la participación del maestro en la medida en que actúa como mediador entre los contenidos, las estrategias de aprendizaje y los estudiantes, es decir, el profesor pone al estudiante en contacto con los conocimientos, para lograrlo ocupa unas estrategias, en definitiva el estudiante construye sus propios conocimientos y adquiere una identidad personal propia de su edad y el ambiente en el que se desarrolla. En consecuencia, podemos afirmar que el aprendizaje no es algo tan trivial que se pueda medir en base a unas simples preguntas que hagan referencia a cualquier contenido. Hace falta mucho más que exámenes tipo enlace para tener elementos acerca del aprendizaje logrado por el estudiante en cada curso.